Robert Parker, influyente crítico del mundo del Vino, señala que a mediados de la década del 90 entre el 7% y el 10% del vino que degustaba padecían del problema originado por el corcho, dándole al vino un olor y sabor parecido al moho.
El corcho natural tiene la capacidad de impedir que el vino salga de la botella pero permitiendo el ingreso de oxígeno a través de sus poros microscópicos, que produce la oxidación del vino o una molécula que produce un indeseable sabor.
La tapa rosca es cómoda: fácil de abrir y sin necesidad de saca corchos, garantizando que el vino mantenga sus aromas y notas sin evolución en la botella.
la tapa rosca es el mejor método de cierre para la mayoría de vinos de alta rotacion porque evita la contaminación en botella y al mismo tiempo es reciclable.